Tenemos historia y construimos futuro
Somos la Asociación Cristiana de Jóvenes
A comienzos del siglo XX, el 6 de abril de 1909, se funda en Montevideo la Asociación Cristiana de Jóvenes (ACJ), en el corazón de la Ciudad Vieja.
En Montevideo, la ACJ cuenta con dos unidades deportivas y culturales: la Unidad Centro y la Unidad Portones, en el barrio de Punta Gorda. Contamos con miles de socios, niños, adolescentes y jóvenes asisten a nuestras actividades, incluyendo la Escuela ACJ, el Bachillerato Deportivo y el Instituto Universitario.
En el departamento de Colonia, el Campamento Artigas ofrece una experiencia educativa única, un lugar mágico para reencontrarse con la naturaleza y fomentar la convivencia, donde cada año más de 11,000 acampantes disfrutan de esta vivencia.
La ACJ se dedica a promover una comunidad justa, amorosa y pacífica, enfocándose en la participación de los jóvenes.
Somos
Desde su origen, la ACJ ha trabajado incansablemente para promover el desarrollo integral y positivo en la comunidad, ofreciendo programas de educación, actividades deportivas y culturales, así como espacios de reflexión y convivencia.
Hoy, la ACJ en Uruguay se erige como un faro de esperanza y apoyo para los jóvenes, brindándoles oportunidades para desarrollar habilidades, hacer amistades duraderas y contribuir activamente a sus comunidades. A través de campamentos, talleres y actividades recreativas, la ACJ continúa fomentando un ambiente donde los jóvenes pueden explorar su potencial y construir un futuro más justo y solidario.
Origen
La Y.M.C.A. (Asociación Cristiana de Jóvenes) nació en Londres como respuesta a los profundos desafíos que trajo consigo la Revolución Industrial. La migración masiva de jóvenes hacia las zonas urbanas industriales generó condiciones de trabajo extremadamente duras, lo que a menudo derivó en problemas como desorientación, alcoholismo, criminalidad y prácticas inmorales.
En 1844, George Williams, junto a un grupo de jóvenes visionarios, fundó la ACJ con el objetivo de contribuir al desarrollo social a través de un enfoque cristiano y humanista. Desde sus inicios, la asociación promovió valores fundamentales como la convivencia, el respeto mutuo y la libertad de expresión, creando espacios seguros y acogedores donde los jóvenes pudieran crecer y desarrollarse.
Este modesto grupo se expandió rápidamente por Europa y América, convirtiéndose en un movimiento global que hoy cuenta con 45 millones de miembros en más de 130 países. En 1855, la Convención Mundial de ACJ en París sentó las bases de su misión al establecer los Principios de la ACJ, conocidos como la "Base de París", que continúan guiando a la organización en su labor.
